Es claro que una buena parte de la población que se encuentra interesada en bajar de peso, tiene como objetivo intrínseco garantizar que se pueda reducir el abdomen, destacando que lucir un abdomen tonificado y delgado es una de las principales ambiciones cuando se adopta un plan para adelgazar o se quiere un cuerpo que sea más esbelto.
En ese orden de ideas, empezar por pedir Herbalife es una muy buena estrategia que vale la pena considerar, resaltando que aunque no se trata de un proceso sencillo, perder unos cuantos centímetros en esta zona del cuerpo es fundamental para que se pueda lucir una figura más estilizada.
Reducir el abdomen para que sea más plano
El gran problema o inconveniente al reducir el abdomen es que esta es una zona que por tendencia suele acumular grasas. Asimismo, es una parte del organismo en la que se reflejan problemas como el estreñimiento, retención de líquidos y algunos trastornos más que ocasionan que se vea inflamado.
Al conocer cada una de las propiedades anteriores, hay que mencionar que no se trata de recurrir a métodos milagrosos, sino que lo más pertinente es adoptar una dieta baja en calorías en la que se apoyen funciones con las que se combata la grasa.
De esta manera, no se va a exponer la salud del organismo o que se presenten reacciones indeseadas, sino que se van a empezar a reducir unas cuantas medidas para que el abdomen luzca más plano y moldeado.
¿Cómo reducir el abdomen con una dieta saludable?
Con los hábitos a los que se hace alusión siendo utilizados en conjunto, se impulsar y mejora la actividad metabólica, al igual que va a ser mejor la capacidad para la transformación de los nutrientes en una fuente de energía. De esta manera, poco a poco se consigue que el peso vaya disminuyendo y el abdomen sea cada vez más plano.
En otro aspecto en el que vale la pena concentrarse, es la hidratación, resaltando que el consumo todos los días de agua, es una garantía de estimulación de la digestión, al igual que la promoción de la eliminación de los líquidos y toxinas que son la razón principal de los trastornos de inflamación.
También vale la pena mencionar consultar directamente un nutricionista, resaltando que en muchos casos, son las condiciones particulares de cada cuerpo las que pueden facilitar o complicar que se obtengan cambios importantes en esta área. No se olvide que tiende a acumular bastante grasa.
Finalmente, tampoco descarte visitar un experto en la conformación de una rutina de ejercicio, ya que se va a poder fijar en cuáles son las condiciones de su cuerpo, sus posibilidades, sus necesidades, entre otras variables que pueden pasar desapercibidas si no se consulta a un profesional en este campo.
¿Qué alimentos incluir en una dieta para reducir el abdomen?
En términos generales, las recomendaciones son las siguientes:
- Las frutas como la naranja, manzana, fresa, plátano, etcétera.
- Las legumbres como los garbanzos, frijoles y lentejas.
- Las verduras como la espinaca, lechuga, brócoli, etcétera.
- Los huevos.
- Las semillas y los frutos secos.
- Las carnes magras y pescados.
- Los lácteos descremados o les leche vegetales, aunque en poca cantidad.
¿Qué alimentos excluir en una dieta para reducir el abdomen?
- Las carnes embutidas.
- Las frituras de paquete.
- Los dulces, los pasteles y los productos de bollería en general.
- Los quesos ricos en grasa.
- Las bebidas gaseosas los refrescos.
- Los lácteos enteros.
- Las comidas prefabricadas.
- Los productos en conserva.
- Los aceites vegetales de soja o palma.
Ejemplo de una dieta para reducir el abdomen: Un abdomen plano
Por supuesto que los alimentos dentro de esta sugerencia se pueden modificar, en la medida en que cumplan con ciertos requerimientos nutricionales para el cuerpo. El asunto más relevante es que usted evite las combinaciones que excedan un número recomendado de calorías, el cual ronda las 1800 a 2000.
Desayuno
- Una tortilla elaborada con cuatro claras de huevo y hojas de espinaca, acompañada con una infusión.
- Una taza de leche de avena con una pieza de pan integral y una taza con fresas y arándanos.
- Una rodaja de pan integral, una taza de leche vegetal y un huevo cocido.
Media mañana
- Un tazón de frutas picadas.
- Un yogur natural con un puñado de nueces o almendras.
Almuerzo
- Una porción de pechuga de pollo con una ensalada mixta que se puede aderezar con aceite de oliva.
- Una ensalada de vegetales verdes con una porción de carne magra y una manzana como postre.
- Un tazón de sopa de verduras con pollo desmenuzado.
Media tarde
- Una porción de pechuga asada con pepino en rodajas.
- Un vaso de un licuado de sandía y fresas.
- Una rebanada de pan integral con rodajas de tomate y una tasa de infusión.
Cena
- Una porción de pechuga a la plancha con brócoli al vapor.
- Sopa de vegetales o de pollo y dos tostadas integrales.
- Dos rebanadas de pan integral con pechuga de pavo y una ensalada de vegetales al horno.
Complementos
- Agua, consumiendo entre 6 a 8 vasos diarios.
- Infusiones de especies y plantas.
- Frutas desintoxicantes.
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