Hábitos y consejos para una buena salud cardiovascular

La salud cardiovascular es aquella que procura el bienestar tanto del corazón, como de los vasos sanguíneos. Su importancia se explica a partir de un dato contundente proporcionado por la OMS: las enfermedades cardiovasculares se establecen como la causa número uno de muertes alrededor del mundo. De ahí lo trascendente de tomarse muy en serio el apostarle a un estilo de vida que contribuya a evitarlas.


Enfermedades coronarias tan comunes como la hipertensión arterial y las cardiopatías, son tan solo un pequeño ejemplo, de las patologías a las que se hace referencia cuando se habla de complicaciones cardiovasculares, quedando en evidencia, lo mucho que puede llegar a comprometerse el bienestar cuando estas afecciones hacen su entrada.

Puesto que se han identificado ciertos factores de riesgo que pueden manejarse para prevenirlas, se convierte casi que, en requisito, darse a la tarea de informarse oportunamente para tomar cartas en el asunto e impedir que los efectos propios de estas enfermedades terminen deteriorando por completo, la calidad de vida.

El sistema cardiovascular

En principio, es requisito mencionar que el sistema cardiovascular está compuesto por el corazón, cuya función es impulsar de manera rítmica la sangre, y una serie de ramificaciones de venas, arterias y capilares que cumplen con la tarea de que dicha sangre pueda circular por todo el cuerpo.

Así las cosas, la importancia del sistema cardiovascular, se encuentra en que, gracias a éste, el oxígeno al igual que nutrientes, hormonas y muchas otras sustancias claves para la vida, son distribuidos para que el cuerpo cuente con lo requerido para poder hacerle frente a la actividad diaria.

¿Qué es la salud cardiovascular?

La salud cardiovascular abarca todo aquello que se puede hacer en pro del cuidado del corazón, venas y arterias. Por lo tanto, permite hablar de recomendaciones en torno a la alimentación, la actividad física, hábitos y lo que, en definitiva, contribuye a su buen funcionamiento.

Factores de riesgo cardiovascular

La herencia y los antecedentes familiares son considerados parte vital dentro de la historia de todo aquel que se crea, tenga una enfermedad cardiovascular pues tienen mucho que ver. De otro lado, los desequilibrios en los niveles de colesterol y consumo de anticonceptivos orales también pueden incrementar las posibilidades.

Quienes presentan apnea del sueño y diabetes, deben ser vigilados muy de cerca, ya que ésta es una circunstancia especial que conlleva al desarrollo de la enfermedad cardiovascular.

Del mismo modo, se ha establecido que son los hombres quienes tienen un riesgo más elevado de sufrir un ataque al corazón, si bien esto no quiere decir que las mujeres no los tengan, si deja un precedente para prestar un poco más de atención a la forma en la que se ponen en práctica los cuidados sugeridos. Habría que hablar de las hormonas sexuales, ya que son las causantes de que las mujeres que están entre los 40 y los 65 años incrementen las opciones de sufrir un ataque al corazón.

Tipos más comunes de enfermedad cardiovascular

Para entrar en materia, a continuación, se mencionan aquellas patologías cardiovasculares que se diagnostican más a menudo.

• Enfermedad coronaria: debido a una acumulación de placa (grasa) en las arterias coronarias, éstas se angostan, lo que impide que circule el flujo sanguíneo que se dirige al corazón. Pese a la ausencia de síntomas, el dolor en el pecho puede ser un indicador.
• Hipertensión arterial: la popular presión arterial alta, es una enfermedad donde la presión con la que circula la sangre se dispara por encima de los 140/90. No se reconocen síntomas claros que den indicios de su existencia.
• Arritmia: corresponde a un trastorno en el que los impulsos eléctricos propios del corazón dejan de funcionar adecuadamente, por lo que, los latidos se vuelven irregulares, muy lentos o muy rápidos. Las palpitaciones, los mareos y el dolor en el pecho, son algunos de sus síntomas.
• Insuficiencia cardiaca: cuando esta afección se detecta, es porque el corazón ya no bombea la sangre de manera eficiente, por lo tanto, sus síntomas incluyen fatiga, ritmo cardiaco acelerado y dificultad respiratoria.
• Derrame cerebral: una vez que se interrumpe la irrigación sanguínea, se da una lesión en el cerebro que ocasiona daño permanente. Sus síntomas van desde problemas para caminar, hablar y entumecimiento de las extremidades.
• 
  

Hábitos para prevenir la enfermedad cardiovascular

Considerando las implicaciones de las enfermedades descritas en el apartado anterior, ha llegado el momento para ponerse manos a la obra y poner en marcha ciertos ajustes que definitivamente, serán esenciales para prevenir.

• Alimentación equilibrada: si bien complementar con productos Herbalife es de gran provecho, está claro que es preciso modificar la dieta para balancearla y esto quiere decir, restringir el consumo de alimentos ricos en azúcares, grasas y sodio, pues son estos componentes los que más afectan. Es preciso incrementar la ingesta de frutas y verduras.
• Actividad física: el sedentarismo nunca traerá nada bueno y el corazón entiende demasiado bien esto, por lo tanto, se sugiere incorporar periodos diarios en los que se realice ejercicio en cualquiera de sus formas, incluido el baile. Cabe anotar que, con ello, igualmente se controlan los niveles de estrés.
• Adiós al cigarrillo: debido a que los cigarrillos tienen el poder suficiente para elevar la frecuencia cardiaca y a que la nicotina con el pasar del tiempo, llega a estrechar las arterías, es preciso abandonar este hábito de por sí nocivo. La exposición de manera pasiva también causa los mismos efectos.
• Gestión de estrés y emociones: los momentos en los que la ansiedad, el estrés y la tensión se disparan, son justamente, donde prevalece la tendencia al incremento del ritmo cardiaco y de la presión arterial, por lo tanto, es requisito aprender a darles el manejo requerido para que no sobrepasen a la persona.

Consejos para tener un corazón sano

Se ha establecido que el consumo de alcohol se encuentra directamente asociado con la presencia de la enfermedad cardiovascular, lo mismo que la obesidad, pues las repercusiones del exceso de peso y más exactamente de grasa, empiezan a evidenciarse sobre la circulación volviéndola deficiente.

Por todo lo anterior, se sugiere darles una oportunidad a los frutos secos, a los cereales integrales y, sobre todo, a las especias (cúrcuma, orégano, laurel, tomillo, entre otras), pues son ellas un excelente recurso para disminuir al mínimo la cantidad de sal que se emplea en las preparaciones.

Por otra parte, para mantener un corazón sano, una buena estrategia consiste en algo tan simple como el realizar actividades placenteras que inviten a la relajación, a la risa y a simplemente, disfrutarse la vida, pues está comprobado que un ritmo de vida demasiado acelerado y el estrés, son los peores enemigos de este órgano vital.

Por último y no menos importante, se destaca lo pertinente de ocuparse de programar chequeos periódicos con el médico para asegurarse de que todo marche bien o de ser el caso, detectar alguna anomalía a tiempo.

Haciendo énfasis en que algunos factores de riesgo que influyen en el deterioro del corazón, venas y arterias, definitivamente no pueden ser controlados, es menester de todos, ocuparse de aquellos sobre los que, si se tiene control, pues de ello dependerá extender aquello que tanto se ama y que definitivamente no tiene manera de reemplazarse, y que no es otra cosa que la vida misma.